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El Everest es una imponente montaña de 8.848 metros de altura sobre el nivel del mar y es el destino soñado por montañeros de todo el mundo. La ascensión comienza en su campo base, que está a más de 5mil metros de altura y hasta allí ha llegado un catalán, Albert Cogul, y lo ha hecho en silla de ruedas. Desde Barcelona a la cordillera del Himalaya, una proeza que en su caso es, si cabe, más impresionante, porque un accidente de tráfico le produjo una lesión medular que le dejó en silla de ruedas. “Puedo hacer las cosas que haga cualquier ora persona”, dice Albert. Por eso se propuso alcanzar el campamento base del Everest y hacerlo, además, junto a Daniel y Ángel, sus dos hijos. Durante meses han entrenado para llevar la silla a lo más alto. Con todo preparado emprendieron un viaje de varios días hasta el campamento base. De allí, un difícil ascenso por esta impresionante cordillera. Por delante, condiciones extremas, altitud, falta de oxígeno y hasta 22 grados bajo cero. Con el Everest y una travesía en solitario por el Atlántico en su haber, Albert ya piensa en volver a casa para comenzar su siguiente reto.

-Redacción-