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Isabel es una de las 14 personas a las que detrás de este enorme biombo están derribando su casa. Ella vivía justo en este piso donde empieza la lona blanca, hasta que hace dos años fue desalojada. Esta pesadilla empezó en 2007. Con las obras de la línea 7B, los edificios por donde pasa el túnel del metro empezaron a hundirse al filtrarse agua en el subsuelo. Después de años de incertidumbre, desalojos y protestas, llegaron las demoliciones. Adriana vive en la zona cero, donde ya se han derribado más de la mitad de las 71 viviendas previstas. Y cree que con el biombo lo que buscan es tapar los derribos. La única solución que les dan a los vecinos es esta: reforzar el suelo con inyecciones de mortero, como han hecho en el edificio de Susana. Así dice la Comunidad de Madrid que ha consolidado ya 10 mil metros cuadrados de suelo, pero el alcalde denuncia que no están atendiendo a los informes desfavorables. El último informe dice que el Metro, que lleva dos años sin funcionar, se hunde cada vez más, suponiendo un grave peligro para las personas.

-Redacción-