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Poco más contacto que un saludo fugaz. Con la pandemia, Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez no se han reunido en persona. Y para cuando toca, no tienen margen de error. No vale con una mera foto del encuentro tras meses de desencuentro. Lunes, 12 del mediodía, el presidente acudirá a la Puerta del Sol. "Iré a la Comunidad de Madrid a ayudar, a ponerme al lado de la presidenta de la Comunidad de Madrid. No voy a sustituir a nadie, no voy a juzgar a nadie, no voy a evaluar a nadie", avanza el presidente del Gobierno. Sin plantear, tampoco, medidas de más calado: "Yo no contemplo un confinamiento en el país". No se quiere plantear un nuevo estado de alarma, pero para eso, tienen que funcionar las medidas que se adopten en Madrid. No va a ser fácil ya de partida, como reconoce el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero: "Es cierto que hay dificultades para la contratación de médicos y enfermeras". Y se reclama paciencia. "No es el momento de hacer valoraciones políticas pero sí que hay que llamar a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas", indica Enrique López, consejero de Interior y Justicia. Siendo conscientes, todos, de la deuda pendiente. "Tenemos la obligación de reequilibrar la Comunidad de Madrid, pero eso será cuando superemos la fase sanitaria", explica el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco. Tregua política, aunque cueste. "Se dedican única y exclusivamente a intentar destruir al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso", dice el vicesecretario de Participación del PP, Jaime de Olano. "Son muchas las comunidades autónomas y todas han tomado medidas excepcionales desde que acabó el estado de alarma excepto la Comunidad de Madrid", responde la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. Cuesta ser optimista, que las soluciones avancen más rápido que lo que aumentan los contagios.

-Redacción-