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Entre aplausos descubrían sus retratos Carlos y Camila. Unos lienzos que tienen una particularidad, y es que al contrario de lo que suele ser habitual, cada cuadro ha sido realizado por un artista distinto. Peter Kuhfeld ha sido el pintor elegido por Carlos, reconocido por el estilo clásico y detallado que utiliza en sus paisajes y retratos. Con pocas pinceladas consigue llenar de vida y de color el lienzo. El sol brilla sobre una corona llena de detalle en una Sala del Trono donde el color que más destaca es el rojo. Rojo como el otro retrato del rey que descubrió el año pasado, un retrato que no hizo demasiada gracia a Carlos. Camila, sin embargo, ha optado por un estilo completamente distinto y para ello ha elegido al pintor Paul Benney, que destaca por su estilo expresionista. El retrato de la reina es un negativo del de Carlos, el fondo palidece para que la vista se centre en su protagonista, Camila, destacando el vestido que llevó en la coronación en un estilo prácticamente fotorrealista. Diferencias aparte, ambos retratos enmarcan la rígida tradición de la Corona británica, nada que ver con el atrevido enfoque que decidió usar la fotógrafa Annie Leibovitz para los retratos de los reyes Felipe y Letizia.

-Redacción-