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La última víctima de la violencia machista, Soledad, 60 años, ha puesto de manifiesto, una vez más, fallos en los protocolos de protección. El asesinato de esta mujer en Sagunto, apuñalada después de haber denunciado y pedido ayuda, evidencia la necesidad de más recursos contra la violencia de género. Soledad denunció al hombre que fue su pareja solo 8 días antes de que la matara. La Guardia Civil valoró como bajo el riesgo de sufrir violencia, la Policía Nacional ratificó la valoración. Llueven las críticas porque solo se valore con estos protocolos el motivo puntual de la denuncia y no el rastro, el contexto, de violencia de la víctima. El hombre salió del juzgado de Sagunto con una orden de alejamiento que no lo disuadió. Mató a Soledad en su casa y luego se quitó la vida. A Soledad podrían haberle ayudado la valoración forense en el juzgado o los dispositivos electrónicos de control. Según la presidenta del Observatorio de Violencia de Género y Doméstica del Consejo General del Poder Judicial, Angeles Carmona, "ha fallado el sistema". "No nos podemos permitir que una mujer que ha denunciado, que ha pedido ayuda, muera asesinada", dice.

-Redacción-