Nerea no se imaginaba que su segunda hija no nacería en el Hospital de Basurto. Lo hizo en el portal de su casa. Fue la madrugada del 4 de enero. Embarazada de 38 semanas acudió a urgencias con fuertes contracciones, pero sólo había dilatado entre 2 y 3 centímetros. El protocolo de ingreso requiere, al menos, 4 centímetros, y pese a que el dolor era cada vez más intenso, Nerea recibió el alta. Dos horas después, no tuvo tiempo de regresar al hospital y en el portal de su casa dio a luz ayudada por su hermano. La ambulancia medicalizada tardó una hora en llegar y debido al frío la niña tuvo que estar ingresada dos semanas en la UCI por una bronquiolitis. El Servicio Vasco de Salud asegura que se trató de un parto precipitado. Ocurre en un 3% de los casos y no se pueden pronosticar. Sin embargo para el abogado de Nerea, Carlos Gómez, la actuación sanitaria fue deficiente y por ello ha denunciado lo que considera una negligencia médica.

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