Tueya, un niño canario de 10 años, llevaba dos años esperando un donante de hígado y riñón. El sábado pasado recibió una llamada alertando de que habían conseguido los órganos. Debía volar a Madrid lo antes posible. Al llegar al aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria se enteraron de que el siguiente vuelo estaba operado por la compañía Ryanair pero al llegar al mostrador todo fueron pegas. Les pidieron la documentación médica del niño y les dijeron que debían haber comprado el avión dos horas antes por Internet. También alegaban que no se hacían responsables de la salud del pequeño. Finalmente el avión despegó dejándoles en tierra. Afortunadamente otra compañía se ofreció para llevarles a Madrid, aunque el vuelo salía una hora y media después. Tueya llegó al hospital veinte minutos antes de que avisasen a otro receptor. Los órganos no podían esperar más. El pequeño fue trasplantado con éxito y ahora se recupera favorablemente en el hospital La Paz de Madrid.

-Redacción-