Ya sin sangre en el rostro y más tranquilo, el cirujano plástico Ignacio Frade dice saber quién ordenó el violento atraco a su casa de Madrid, cometido ayer por dos sicarios. No querían dinero ni joyas, sólo unos documentos. Promete contar en pocos días todo lo que sabe, pero por ahora sólo desvela que el culpable nada tiene que ver con el 'caso Meño', el joven que quedó en coma en 1989 tras una operación de cirugía estética. Frade se hizo famoso entonces al ayudar a la familia contra los médicos. Niega también que tras el asalto esté un paciente suyo o un acreedor. Mientras, la Policía no descarta nada y siguen buscando a los dos atracadores. Fingieron ser de Hacienda y la empleada de hogar les abrió la puerta, pero no se llevaron nada. Es el robo con menos botín y más misterio de los últimos tiempos.

-Redacción-