Después de pasar dos noches en el calabozo de la Guardia Civil, Rafa Mir llegaba a los juzgados, esposado y con gran expectación. Tras él su amigo también acusado como él de agresión sexual. El abogado del futbolista mantiene su versión de que no hay delito. El futbolista del Valencia y su amigo fueron denunciados por una mujer que junto a una amiga estuvieron en casa de Mir el fin de semana. Allí asegura sufrieron las agresiones sexuales que causaron lesiones. Un vecino llamó a la policía al escuchar gritos. La Delegada del Gobierno reconoce el valor denunciar. Mir ha mantenido la calma en su declaración ante la jueza, dice su abogado, conocido penalista. Cuatro horas después de entrar en el juzgado, Rafa Mir se marchaba en un coche familiar. En libertad provisional, con orden de alejamiento de las dos denunciantes y sin pasaporte.

-Redacción-