Eugenio es para todos “El de los cerdos”. Agricultor, 28 años, introvertido, solitario, sin pareja conocida y una pasión: los caballos. Cuatro años ha tardado en confesar: "Fue un accidente, me asusté y enterré el cuerpo en un pinar". Así lo ha declarado ante los agentes de la Guardia Civil en las dependencias de Zafra (Badajoz). Desde entonces su casa que está al lado de la de Manuela está precintada, se han llevado ya su coche con el que creen que trasladó el cuerpo y todo apunta a que ese pinar donde está el cuerpo es la finca de su propiedad donde solía montar a caballo. La unidad de perros ya está preparada para iniciar la búsqueda aunque la lluvia retrasará de momento el comienzo. Aquella madrugada de julio de 2016 Manuela salió de casa. Sin llaves y sin dinero, dejó la puerta abierta y la televisión encendida. La Guardia Civil peinó en el pantano, el terreno y hasta 15 veces los agentes de la Benemérita inspeccionaron la casa de Manuela en busca de alguna pista. La última vez, hace 20 días, la familia recibió una carta anónima con pistas del paradero de la mujer. Entonces todos los cabos se ataron. Eugenio confesó el crimen que ha tenido cuatro años a todo un pueblo en vilo.

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