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La tensión es máxima en Quintanar del Rey, un pequeño pueblo manchego de 7.800 habitantes del sur de Cuenca, donde sus vecinos están intentando paralizar la reanudación de los trabajos para construir una macrogranja de cerdos, cuyas instalaciones se ubican en terrenos del pueblo vecino, Villanueva de la Jara (Cuenca), pero que está a tan solo 350 metros del pozo de agua potable. El manantial de Quintanar del Rey abastece a los habitantes del municipio y se estima que la macrogranja criaría a más de 44.000 lechones al año, lo que significan 12 millones de litros de agua y 39 millones de litros de purines, que, temen los vecinos, contaminen su pozo y sus aguas. Esta mañana todo el pueblo ha enseñado literalmente el trasero en una protesta en la que han perpetrado un “macro calvo” para mostrar su oposición. Dicen no a la reanudación de unas obras que, denuncian, comprometerían seriamente la calidad de su agua. Por la tarde, la movilización ha continuado y un grupo de vecinos ha intentado impedir a los trabajadores de la macrogranja acceder a las instalaciones. Los han recibido con abucheos, se han encarado con ellos y se ha desatado la tensión. La Guardia Civil ha tenido que acudir al lugar para permitir la entrada de los operarios a la macrogranja. Los vecinos aseguran que seguirán protestando “hasta la muerte” y hasta que se frenen definitivamente los trabajos y se abandone la macrogranja.

-Redacción-