Cientos de migrantes se agolpan a las puertas del que será su hogar durante los próximos días. Un improvisado campamento en el muelle de Arguineguín, en Gran Canaria, que en las últimas horas no deja de recibir pateras. Canarias está desbordada. En este puerto se aglomeran ya más de 800 personas. Allí les toman la temperatura y les realizan la PCR. Un paso necesario antes de ser derivados a un centro de acogida. Pero de momento, tienen que quedarse ahí. Porque de las 3.400 plazas que existen en la comunidad, todas están ocupadas. El presidente del Cabildo de Canarias, Antonio Morales, ha exigido que se active una política para derivarlos a la península. Siente que las islas se están convirtiendo en "una cárcel" para migrantes. Y acusa a Europa de "impedir que lleguen al continente para buscar un nuevo modo de vida".

-Redacción-