Santiago de Compostela vigilado. Hay controles en cada esquina, con la vista puesta en las ventanas que se iluminan. Durante toda la noche, los agentes han atendido a las llamadas de los vecinos. Hacer una fiesta en un piso universitario sale hoy más caro que ayer. Las sanciones se endurecen hasta los 750 euros. El ambiente en las calles es el de siempre. Terrazas abarrotadas en las que los jóvenes apuran hasta el último minuto.

-Redacción-