El ex director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, y principal imputado en el fraude de los ERES, Francisco Javier Guerrero, no ha abierto hoy la boca en el juicio del fraude de los EREs. Se ha acogido a su derecho a no declarar y se le ha visto bostezar. Ni siquiera ha ratificado que nunca consumió droga subvencionada con dinero público con su exchófer o que las suyas son otras costumbres. Que lo único que le gusta es el Marlboro y un Gintonic de Beefeater de postre. Aunque hablar sí ha hablado, pero como 'espontáneo 'asesor de sonido' o para excusar a su defensa.

-Redacción-