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La marcha de investigadores españoles al extranjero es una leyenda urbana exagerada, lo dijo Emilio Lora-Tamayo, presidente del CSIC, un organismo que ha perdido a 4.000 cientificos desde 2011. No hay cifras de cerebros a la fuga, pero sí casos muy flagrantes como el de Nuria Martí, bióloga, se quedó en la calle tras el ERE del centro de investigación Principe Felipe de Valencia, emigró a Oregón y allí se convirtió en una de las científicas que consiguió por primera vez la clonación de células madre embrionarias. Por ejemplo Ana, astrofísica, lleva un año en el Observatorio de Paris, llegó allí cuando se acabó su contrato en el CSIC. Según el INE, el número de investigadores a jornada completa cayó en más de 3.000 personas solo en 2013,el PIB destinado a I+D descendió el año pasado a niveles de 2006, leyenda urbana o no, muchos científicos españoles se buscan la vida fuera. Ahora 130 de estos científicos han hecho circular fotografías de ellos en sus trabajos fuera de España con el cartel "Soy una leyenda urbana".