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La mano en la cabeza de Rato fue la imagen que marcó su detención. Hoy sabemos que no fue casual. La Agencia Tributaria pidió al juez que autorizase el uso de la fuerza en caso necesario durante el registro, según la Cadena SER. Algo "poco habitual", según algunas fuentes. La Fiscalía estima que Rato pudo haber cometido un delito de ocultación de bienes para evitar las futuras fianzas por el caso Bankia. En el sumario, según El País, la Fiscalía defiende que Rato donó dos millones y medio de euros a sus hijos en 2013 a través de sus empresas. En el centro de la investigación de Hacienda se sitúan dos sociedades: Vivaway, con sede en Reino Unido; y su filial española, Kradonara; ambas propiedad de Rato. Estas dos sociedades se crearon en 2001, pero el nombre del exministro no aparece como accionista hasta finales de 2013, justo un año después de acogerse a la amnistía fiscal. Unos meses antes Vivaway, administrada desde Gibraltar, había realizado dos ampliaciones de capital por importe de 7 millones de euros. En el registro mercantil británico, se informó de hasta tres formas diferentes de esta ampliación. 2,7 millones fueron a parar a la española Kradonara, que precisamente hace diez días nombró nuevo administrador: el propio Rodrigo Rato.

-Redacción-