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Las alarmas han vuelto a sonar este martes en China pero el gobierno, salvo para estas maniobras conjuntas, no parece dar con el botón adecuado. Las bolsas del país se han vuelto a dar un batacazo y eran un poema las caras de los inversores, al ver desaparecer las ganancias de varios años. Y eso que ha habido recorte de tipos de interés - y ya van cinco este año - pero cuando sus parqués ya habían cerrado. Sigue el temor a un frenazo de la segunda economía del mundo y, por eso, el contagio a sus vecinos  se ha repetido. La buena noticia ha sido Europa: las bolsas se han recuperado y en España, el Ibex 35 ha subido un 3,6 por ciento. Optimismo al que se ha sumado Wall Street donde se aleja el miedo a una recesión mundial porque pesan más los datos de la economía estadounidense: que crece y genera empleo. Dicen ellos, los corredores de bolsa, que el mes de agosto suele dar estos sustos. Porque los humanos se van de vacaciones y quedan las máquinas con órdenes de vender al menor signo de pánico.

-Redacción-