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El caso de Carmen, anciana desahuciada la semana pasada, con 85 años, de su piso de toda la vida en el barrio obrero madrileño de Vallecas es de esos que llegan al corazón de la sociedad y que tocan la sensibilidad de hasta los medios de comunicación. Fue Carmen quien movió a las plataformas contra desahucios para que le ayudaran ante el inminente desahucio que iba a sufrir. Finalmente se ejecutó el mismo. Carmen se ha quedado sin su piso de toda la vida. Su historia caló hasta en el Rayo Vallecano, su equipo. Tanto, que la plantilla, entrenador incluido, se ha comprometido a pagarle el alquiler de su nueva casa. El campo del Rayo Vallecano, y su afición puesta en pie, la recordó con pancartas y cánticos durante el último encuentro de su equipo. Pero desgraciadamente veremos más casos como el de Carmen. Ella avaló con su casa un préstamo para su hijo de 40.000 euros. Él no pudo pagar y el aval, la casa, desaparece. Una deuda para pagar otra deuda. Pero esta segunda puede estar envenenada. Estos créditos privados son el reflejo de la desesperación de muchas familias.

-Redacción-