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Por sorpresa, el 27 de enero de 2012 la compañía Spanair cesó su actividad, dejando en tierra a miles de pasajeros. Llegaba a continuación la presentación del concurso voluntario de acreedores con una deuda de casi 520 millones y un Expediente de Regulación de Empleo para sus 2.075 trabajadores. Son las premisas con las que arranca el juicio que se celebrará desde hoy y durante tres días en la Ciudad de la Justicia de L´Hospitalet de Llobregat y en el que además la Fiscalía ha pedido al consejo de administración de Spanair 72 millones de euros por retrasar casi cinco meses la presentación del concurso, pese a que conocía que la sociedad era insolvente, una decisión de la que responsabiliza también a la Generalitat. El consejo de administración de la aerolínea estaba formado por el presidente de la aerolínea, Ferran Soriano; el director general, Mike Szucs; diversos empresarios, Fira de Barcelona y representantes del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. Spanair, que se fundó en 1986 y que desde 2003 formaba parte de Star Alliance, recibió más de 135 millones de la Generalitat, y el Ayuntamiento de Barcelona admitió que sus aportaciones ascendieron a los 50 millones.

-Redacción-